Durante el martes y miércoles pasados, la atención mundial quedó fijada en el rescate de los 33 mineros encerrados en los socavones de la mina San José.
La tecnología utilizada, la organización metódica y el empeño de los rescatistas dominaron el escenario de una larga jornada.
El éxito impone un par de reflexiones.
Los mineros quedaron enterrados en las profundidades negras de la mina por la responsabilidad de la misma clase social y de los mismos gobiernos y políticos que asumieron la tarea de sacarlos.
La tecnología vetusta, la ausencia de medidas de protección y de seguridad, y el régimen laboral despótico que llevaron a lo que podría haber sido una tragedia fatal, fueron impuestas en la mina para reducir el llamado costo laboral y aumentar las ganancias capitalistas, con el acuerdo de todo el régimen político que gobierna Chile.
La columna del capitalismo chileno es, precisamente, la minería. … Leer artículo completo
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