Desde el primer momento se podía concluir que las viviendas que prometía construir no alcanzaban para el conjunto de las familias del barrio. La Cava, levantada por sus propios vecinos en el corazón de San Isidro, tiene hoy más de 20.000 personas viviendo en absoluta precariedad y miseria.
El fracaso también se manifiesta con la calidad de las viviendas adjudicadas: serias irregularidades de construcción, de cloacas y techos, que llevo, el año pasado, a los vecinos a reclamar mejoras.
También hubo críticas a que una parte de la adjudicación de las viviendas fue hecha “a dedo” por los ‘punteros’ de Posse, con la pasividad cómplice de la “Mesa de Integración Social”, que tiene en su seno a las cámaras inmobiliarias y la Iglesia.
Una salida para los trabajadores
Hace más de tres años que numerosos vecinos de La Cava, viven en casas precarias con la promesa de la entrega de las nuevas casas, sufriendo condiciones de vivienda inhumanas.
Pero ahora salta a luz que el plan de urbanización esta paralizado. Están planteando (en un cruce entre los Kirchner, Scioli y Posse) que no hay fondos, que ha habido un aumento de los costos por parte de las constructoras. ¿Por qué no hay fondos para la vivienda popular? ¿Adonde fueron a parar los fondos adjudicados? ¿Acaso fueron usados para construir muros del apartheid, que luego el pueblo derribo? ¿Qué negociados se han producido entre las constructoras y la intendencia?
Los años pasan y el plan de urbanización no avanza.
El Partido Obrero plantea darle una salida popular al fracaso de Posse y su plan de urbanización. Que los vecinos formen una comisión para investigar los fondos del Plan Federal, para deschavar los negociados y robos habidos, apertura de los libros contables de las empresas constructoras. Y se elabore un verdadero plan de urbanización bajo control de las asambleas de vecinos y trabajadores, financiado con el no pago de la usuraria deuda externa.
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